Cuando el motor del coche se estropea es lógico que nos llevemos las manos a la cabeza. Se avecinan gastos. Para que el susto no sea demasiado grande te proponemos comprar un motor diésel de segunda mano. Una solución rápida, eficiente y buena para tu bolsillo.
En qué fijarte al comprar un motor diésel de segunda mano
Para que la compra de un motor diésel de segunda mano resulte positiva es aconsejable no precipitarse. Es verdad que la avería del motor inmoviliza el coche y que según las circunstancias esto puede afectar de manera negativa a nuestra vida personal y laboral. Pero comprar el primer motor que vemos puede ser un riesgo que en poco tiempo nos ocasione más problemas.
Atención al precio. Un motor diésel de segunda mano puede ser un 70% más barato que uno nuevo. En comparación con un motor de gasolina va a resultar más caro, pero esto siempre es así, los diésel son más caros que los de gasolina. Por eso, desconfía de las gangas. Un motor diésel de segunda mano debe tener un precio justo de mercado.
La fiabilidad de la pieza que se compra es otro de los aspectos esenciales a tener en cuenta ante este tipo de compras. Está claro que se compra una pieza usada y que las exigencias no pueden ser las mismas que al comprar un motor nuevo. Pero dentro de los productos de segunda mano también hay clases y maneras de demostrar que no se va a tirar el dinero.
Para eso, recomendamos comprar el motor en una tienda / desguace que sea de confianza y además que la venta esté ligada a una garantía. Esto querrá decir que el motor ha sido revisado por manos expertas.
Por último, también es importante tener en cuenta a la hora de comprar un motor de segunda mano las posibilidades en cuanto a modelos y marcas. Con el asesoramiento de expertos del sector se puede encontrar la versión más adecuada y económica para nuestro coche.