Aquí nadie quiere gastar de más. La cosa no está como para derrochar, así que cada compra, cada desembolso que hacemos lo miramos con lupa. Por eso es lógico que en las reparaciones de vehículos seamos aún más cautos y sobre todo cuando la pieza es tan importante como el motor. Ahí nos surge la duda de si merece la pena o no comprar un motor de coches de segunda mano.
En qué fijarse en un motor de coches de segunda mano
En general podemos decir que los motores usados, los que se ponen a la venta en desguaces y tiendas especializadas como Motor y Cambio, son piezas revisadas y con garantía.
En las tiendas serias, sólo se pone a la venta un motor de coches de segunda mano que previamente ha pasado por un equipo de mecánicos. Esto quiere decir que cuando entra un vehículo para desguazar, se analiza su estado y solo se extraen aquellas piezas que están en buen estado y que pueden servir a otro coche sin poner en riesgo la seguridad.
Después, cada motor extraído se revisa, se limpia, se prueba y, si es preciso, se pone a punto. Así, cuando se acude a comprar un motor de coches de segunda mano ya se parte de una base de fiabilidad.
No obstante, para que la compra sea acertada hay que fijarse en las características del motor. Para ello, lo mejor es consultar al personal porque aunque nuestro vehículo tenga un motor concreto, puede que nos sirva otro con similares características.
Otros de los aspectos en los que hay que fijarse es en la limpieza. Las empresas cuidadosas lavan los motores y los preparan para instalarse sin problemas en un nuevo coche. También es interesante disponer del historial del motor, saber los cambios y mantenimiento que ha tenido a lo largo del tiempo.
Más rápido, más económico y más sostenible
Para saber si merece la pena adquirir un motor de segunda mano también es bueno evaluar otros factores además de la parte mecánica. Estamos hablando, por ejemplo, del precio. En esta faceta, la respuesta es rotundamente sí. El precio de un motor de segunda mano puede ser hasta un 70% más económico que uno nuevo. Un porcentaje más que interesante en los tiempos que corren.
El factor rapidez también inclina la balanza a la compra de segunda mano. Un motor usado ya está en la tienda, no hay que esperar a largos plazos de entrega como puede pasar con un motor nuevo. Esto significa que no te quedas paralizado sin vehículo.
Por último, queremos hablar de la sostenibilidad. El aprovechamiento de las piezas existentes, darles una segunda vida es un motivo de peso que confirma que sí merece la pena comprar un motor de coches de segunda mano.
Así que, ya sabes, no dudes y repara tu coche con piezas de segunda mano, hay muchos motivos por los que va a ser una buena inversión.